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1. Introducción

¿Qué tienen en común cosa, chirimbolo, bulto, programa, música o chorrada? Estas son algunas de las palabras utilizadas en las traducciones de nuestro corpus para recuperar la unidad francesa truc cuando significa «chose quelconque, qu’on ne peut ou ne veut pas désigner» (Robert 2013; Anexo 1). La definición de esta acepción, una de las muchas que posee truc, pone énfasis en la vaguedad semántica que caracteriza dicha unidad léxica y que seguramente propicia la inexistencia de un equivalente directo y unívoco en otras lenguas. Los diccionarios bilingües, al menos en las combinatorias lingüísticas francés-español y francés-catalán, consignan varios equivalentes (véase más adelante), y los traductores a veces proponen sus propias soluciones contextuales, como ha dejado entrever la observación preliminar de nuestro corpus.

Si las aproximaciones lingüísticas tradicionales basadas en una concepción referencialista e informacional de la lengua se han revelado insuficientes para dar cuenta de los fenómenos semánticos, la teoría de la Semántica de los Puntos de Vista (Raccah 2005c) ofrece nuevos instrumentos de análisis útiles para su investigación entre los cuales destaca el concepto de punto de vista, fundamental en cualquier cálculo semántico.

Situándonos en esta perspectiva, nos proponemos aplicar estos instrumentos al estudio de la unidad léxica truc en el marco de una aproximación contrastiva francés-español-catalán con el fin de profundizar en el conocimiento de las instrucciones semánticas de dicha unidad y de las palabras escogidas para traducirla. Este enfoque permitirá a su vez determinar las posibles consecuencias del uso de una palabra en la construcción del sentido textual y el grado de intervención del traductor. Por lo tanto, el presente estudio se inscribe en un doble ámbito, la lingüística semántico-argumentativa y la traducción.

Las ocurrencias de truc (un total de noventa y seis) se han obtenido de un corpus constituido por cinco obras literarias y sus respectivas traducciones al español y al catalán. Tres de ellas son del último cuarto del siglo XX, y las dos últimas novelas son de la primera década del siglo XXI (Cuadro 1 y Anexo 2):

Cuadro 1

Obras literarias y sus respectivas traducciones al español y al catalán

Obras literarias y sus respectivas traducciones al español y al catalán

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Partimos, pues, de una muestra representativa del uso de la unidad truc y de sus supuestas equivalencias contextuales en el ámbito literario a lo largo de un período cronológico relativamente amplio y a partir de novelas muy distintas, cuya característica común es la simulación de una lengua oral y un registro familiar o coloquial. Entre los valores propios de los textos que imitan esta modalidad lingüística cabe destacar, según López Serena (2007: 327), «un alto grado de implicación emocional con respecto al interlocutor (afectividad) y con respecto al objeto de la comunicación (expresividad)».

En el siguiente apartado se describen brevemente los principios teóricos y los instrumentos de análisis que hemos utilizado para llevar a cabo nuestro estudio.

2. Marco teórico y herramientas conceptuales

La traducción puede concebirse como «un proceso interpretativo y comunicativo consistente en la reformulación de un texto con los medios de otra lengua que se desarrolla en un contexto social y con una finalidad determinada» (Hurtado Albir 2001/2008: 41). A pesar de que este acto intepretativo complejo suele poner de manifiesto un componente importante de subjetividad e intervención por parte del traductor, también es cierto que el estudio de la traducción como producto puede contribuir a desvelar cuando menos una parte importante del potencial semántico vehiculado por las palabras del texto original (TO) y a identificar las representaciones mentales cristalizadas en cada caso.

La Teoría de la Argumentación en la Lengua (TAL) de Anscombre y Ducrot (1983) y la teoría descriptiva de la Semántica de los Puntos de Vista (SPV) de Raccah (2005c) se han revelado útiles y operativas para los estudios contrastivos de traducción porque permiten explicar las consecuencias del uso de una determinada unidad léxica en la construcción del sentido textual. Estas teorías pretenden describir las potencialidades argumentativas de las frases, de manera que uno de sus principios fundamentales puede resumirse en los siguientes términos: «S’il est vrai que tous les énoncés ne sont pas nécessairement des argumentations, il n’en est pas moins vrai que toute phrase, quelle qu’elle soit, peut être énoncée dans un objectif et avec des effets argumentatifs» (Raccah 2005c: 175).

Desde la TAL se postula que las formas lingüísticas imponen instrucciones semánticas elementales sobre la forma de las argumentaciones, independientemente de la situación enunciativa; cuando sus autores hablan de formas lingüísticas se refieren no sólo a los conectores, cuyas instrucciones afectan a las articulaciones de los enunciados, sino también a las unidades léxicas, cuyas instrucciones atañen a la naturaleza de los puntos de vista[1]. De este principio general se desprende que las palabras y las estructuras de una lengua son portadoras de juicios de valor y creencias, de manera que indican una apreciación, favorable o desfavorable, de algo, ya sea cosa, persona o actitud, por parte del locutor en el momento de la enunciación y a propósito de la situación concernida por la enunciación (Anscombre y Ducrot 1994: 230). Asimismo, consideramos pertinente la distinción que se establece entre el concepto de locutor (entidad teórica, responsable de la enunciación) y el de enunciador (entidad teórica a quien el locutor atribuye distintos puntos de vista) porque permite acercarnos al sentido de un texto identificando quién habla realmente y cómo se organizan las distintas voces de un enunciado (Ducrot 1984).

En los últimos años los conceptos clave de este enfoque descriptivo (orientación argumentativa, punto de vista e instrucción semántica) han sido adoptados y desarrollados por la SPV para definir sus propios objetivos, como puede apreciarse en el siguiente pasaje:

Se fondant sur le fait qu’une argumentation vise à faire adopter un point de vue tout en supposant admis d’autres points de vue, la Sémantique des points de vue propose de décrire dans un système unifié et les orientations argumentatives et les points de vue, assignant pour tâche à la sémantique de décrire les contraintes que les unités linguistiques imposent aux points de vue visés par les énoncés, mais aussi aux points de vue supposés par ces énoncés.

Raccah 2008: 79

De la SPV retomaremos además la pareja conceptual //eufórico// – //disfórico// que Raccah (2005a) acuña para referirse a los juicios de valor asociados a las palabras en cualquier situación[2]. Así, las unidades eufóricas son aquellas a las que siempre se asocian puntos de vista positivos, mientras que las disfóricas son aquellas que vehiculan siempre puntos de vista negativos. Las palabras pueden ser eufóricas (por ejemplo honesto), disfóricas (por ejemplo deshonesto, reaccionario) o ni eufóricas ni disfóricas. En este último caso, no tienen una instrucción explícita pero ello no significa que no puedan mostrar una valoración positiva o negativa según el contexto y la ideología del enunciador[3]; por ejemplo, conservador sería negativa en un contexto ideológico de izquierdas y positiva en un contexto ideológico de derechas (Raccah 2005b). Las instrucciones semánticas han sido definidas como «miniprogramas» argumentativos contenidos en el léxico de una lengua y procedentes de los sesgos socio-cognitivos y culturales de cada comunidad lingüística (Raccah 2008: 87). Esto significa que los sesgos socio-cognitivos traducen presupuestos ideológicos y que a partir del léxico escogido por el locutor puede conocerse su manera de ver y entender el mundo.

Las herramientas conceptuales mencionadas serán útiles, pues, para llevar a cabo nuestro análisis comparativo porque permitirán dar cuenta de las instrucciones básicas de la unidad léxica truc y de los lexemas propuestos como sus equivalentes en las traducciones del corpus así como de sus consecuencias en la construcción del sentido. Para la descripción y la clasificación de estas instrucciones, partiremos de los datos proporcionados por distintas obras lexicográficas que completaremos con los resultados del análisis semántico-argumentativo y traductológico. No pretendemos otorgar un valor fundamental a las definiciones lexicográficas, pues es evidente que los diccionarios no pueden contener toda la información posible sobre una unidad sin riesgo de desbordar sus propios objetivos, pero nos servirán de punto de partida para la aplicación de la SPV. A pesar de que se enfrenten a objeciones de distinta índole, no podemos olvidar que son una de las herramientas más importantes de los traductores y que ilustran las aplicaciones que se llevan a cabo desde determinadas corrientes lingüísticas y semánticas; por lo tanto, merecen ser tenidas en cuenta en estudios como el que aquí se presenta.

3. Análisis semántico-argumentativo de truc: diccionarios y corpus

La unidad truc posee diversas acepciones, pero, como hemos anunciado, en el presente estudio nos centraremos únicamente en una de ellas, la que se asocia a un elevado grado de imprecisión, y que en obras lexicográficas importantes como Le Petit Robert (Robert 2013, Anexo 1) y Le Trésor de la Langue Française (ATILF 2004, Anexo 1) aparece definida en los siguientes términos:

Del contenido de las anteriores definiciones lexicográficas se desprenden las siguientes constataciones:

  1. Truc pertenece principalmente a un registro de lengua familiar. Cabe añadir que esta característica propicia que sea un recurso léxico frecuente en la lengua oral y, por lo tanto, en textos literarios que pretenden simular oralidad como es el caso de los textos de nuestro corpus. Parece ser que su uso se explica por «la baja intensidad de la variación léxica en la modalidad coloquial, dominada por la iteración y en la que los hablantes se decantan por términos muy generales de imprecisa referencialización, como ‘cosa’ o ‘hacer’, que suelen denominarse palabras ómnibus» (López Serena 2007: 179).

  2. Es una palabra con un contenido semántico impreciso que deriva de la imposibilidad por parte del locutor de nombrar el objeto del que está hablando o bien de su voluntad de no nombrarlo («[c]e qu’on ne veut ou ne peut nommer»). A causa de esta imprecisión, la unidad truc puede considerarse una palabra comodín, hasta el punto de que, además de referirse a cualquier objeto, puede aludir también a una persona («chose ou personne dont on ignore ou dont on a oublié le nom» [ATILF 2004: truc]).

  3. La mayoría de las veces, las combinaciones léxicas de los ejemplos así como los sinónimos a los que remiten las entradas lexicográficas son negativos o cuando menos ambiguos; en todo caso no hay ninguno formalmente positivo: «[S]e dire des trucs désagréables. Quand il prend un repas, tu pourrais lui mettre un truc dans sa soupe […]» (ATILF 2004: truc).

  4. No existe referencia alguna al valor axiológico de truc. Es decir, no se menciona en ningún momento si se trata de una palabra que vehicula una valoración favorable o desfavorable del referente.

Por ende, según la información lexicográfica, podríamos decir que truc posee un valor de oralidad y un valor de imprecisión. En lógica correspondencia con su valor de imprecisión, y puesto que nada se menciona en los diccionarios sobre un posible valor axiológico, sería posible pensar que truc no contiene instrucciones susceptibles de revelar el punto de vista del locutor respecto a aquello de lo que habla. Ahora bien, el hecho de que los diccionarios no expliciten el carácter instruccional de truc vinculado a una posible positividad o negatividad respecto al concepto mencionado no significa que carezca de él. Si, además, traemos a colación que, según la SPV, no existen unidades léxicas neutras en la lengua, consideramos más acertado sostener que truc es una palabra solo aparentemente neutra, y en cuanto a la triple categorización de la SPV (palabras eufóricas, disfóricas, o bien ni eufóricas ni disfóricas), se situaría en la tercera categoría.

Afirmar que truc no vehicula ni una apreciación favorable ni desfavorable significa que el locutor de todo enunciado de una frase que lo contenga se presenta emitiendo un juicio aparentemente neutro sobre el objeto calificado; se muestra como absteniéndose de evaluar aquello de lo que habla para que sea el destinatario quien se encargue de moldearlo y dotarlo de sentido. Truc marcaría así la existencia de una especie de «vacío» conceptual y valorativo que el destinatario debería rellenar, construir, a partir del contexto y de su propio universo de creencias, y a cambio de un mayor esfuerzo interpretativo. En relación con el vacío conceptual, es decir, con su valor de imprecisión, el uso de truc muestra la poca relevancia que el locutor concede al referente designado (es poco importante para él o para la coherencia del texto). En cuanto a la aparente neutralidad argumentativa, truc podrá teñirse de positividad o negatividad solo en función de la situación enunciativa y de otros puntos de vista aportados por otras entidades presentes en el texto. Así pues, aún aceptando que con el uso de truc el locutor no valorase de forma positiva ni de forma negativa aquello que menciona, parece que justamente, al no hacerlo, estaría tomando una determinada posición: la de presentarse como no valorando.

En síntesis, el lexema truc condensa en su núcleo semántico tres valores básicos que podemos denominar también desde la SPV instrucciones o puntos de vista: oralidad, vaguedad y neutralidad aparente. Cabe señalar que si estos valores pueden concebirse en términos de gradualidad (+ o -), en el caso de truc consideramos que se manifiestan en un grado elevado. A nuestro juicio, las instrucciones semánticas pueden englobar no solo puntos de vista de carácter valorativo sino también referencias al mayor o menor grado de precisión semántica con que el locutor concibe aquello de lo que habla. En este sentido, si una palabra es más precisa refleja un punto de vista determinado y si es menos precisa imprime otro punto de vista distinto.

En el corpus analizado estos valores básicos de truc se actualizan en todas las ocurrencias analizadas e independientemente de las construcciones sintácticas y las combinaciones léxicas de que forma parte. Veamos, por ejemplo, aquellas formadas por truc sin ningún complemento y aquellas en las que truc va acompañado de un complemento.

3.1. Truc sin complemento

Cuando truc no va acompañado de ningún complemento, sus tres valores elementales se actualizan siempre. En efecto, por un lado, truc se presenta como una marca oral dentro de discursos narrativos que simulan esta modalidad lingüística (aparece combinado con otras marcas de oralidad) y, por otro, el locutor muestra que no quiere o no puede precisar más aquello de lo que habla:

La imprecisión que vehicula truc es tal que puede utilizarse para designar no solo un objeto o una persona (ejemplo 4), como indican los diccionarios consultados, sino incluso un lugar físico, como se constata en una de las ocurrencias del corpus (ejemplo 5):

En todos estos casos, se interpreta además como una unidad aparentemente neutra ya que no vehicula un punto de vista positivo o negativo sobre algo; lo que indica siempre es que el locutor se presenta como no valorando aquello de lo que habla.

3.2. Truc con complemento

En función de la naturaleza semántica del complemento que acompaña a truc, se han distinguido dos categorías:

  1. [truc + unidad precisa]

  2. [truc + unidad imprecisa]

La unidad precisa puede ser a su vez eufórica, disfórica o ni eufórica ni disfórica; por lo tanto, dentro de la primera combinatoria destacan a su vez tres subgrupos:

  • 1.1 [truc + unidad eufórica (E)]

  • 1.2 [truc + unidad disfórica (D)]

  • 1.3 [truc + unidad ni eufórica ni disfórica (niEniD]

En el primer subgrupo (1.1), truc se nutre de la positividad aportada por el elemento eufórico (utile, bien, qui vous ferait plaisir), y en el segundo (1.2), de la negatividad introducida por el elemento disfórico (à trois balles, dégueulasse, débile, rétro, pendable, racoleur, qui me chiffonne). Esto significa que el elemento que acompaña a truc, ya sea eufórico o disfórico, quizá por su mayor grado de delimitación semántica, posee más fuerza argumentativa, de manera que truc queda relegado a un lugar secundario, atenuándose su relevancia discursiva. Sin embargo, ello no significa que pierda sus propios valores semánticos de oralidad, imprecisión y aparente neutralidad; simplemente su núcleo instruccional se impregna de cierta positividad o negatividad según el cotexto. Por ejemplo:

En el tercer subgrupo (1.3), los elementos que acompañan a truc, aunque más precisos, no son ni eufóricos ni disfóricos; solo serán positivos o negativos según la situación enunciativa. Pertenecen a diversos campos semánticos como puede ser el tamaño físico (gros, petit, minuscule), el estado psíquico (fou, de dingue), la extrañeza (incroyable, drôle, bizarre, marrant), el valor o interés (sérieux, important/hyper-important/sans importance, de bébé, urgent, vrai, interdit), etc. Todos ellos añaden un mayor grado de precisión a la totalidad de la secuencia porque califican o describen a truc, son más relevantes desde el punto de vista argumentativo como ocurría con las unidades léxicas anteriores, pero truc continúa expresando sus valores instruccionales básicos:

En la segunda combinatoria léxica, [truc + unidad imprecisa], sus valores de oralidad, imprecisión y neutralidad aparente se ven reforzados puesto que las unidades léxicas de imprecisa referencialización que acompañan a truc (por ejemplo, comme ça) se sitúan en su misma línea argumentativa:

Parece ser, pues, que independientemente de la combinación léxica truc vehicula unas instrucciones semánticas elementales cuyos efectos, en el conjunto del enunciado, podrán verse reforzados o atenuados según el punto de vista inscrito en las unidades léxicas del contexto. De acuerdo con los objetivos del presente trabajo, nos preguntamos si dichas instrucciones semánticas coinciden con las de las expresiones propuestas como equivalentes de truc en el corpus; la respuesta se obtendrá a partir del análisis traductológico que desarrollaremos en el siguiente apartado.

4. Análisis traductológico

La información sobre truc proporcionada por los diccionarios bilingües consultados se limita a presentar una serie de palabras en la lengua de llegada, más o menos extensa, como equivalentes, sin ningún tipo de discriminación. Así, para el español, el Gran Diccionario español-francés Larousse (Garcia-Pelayo y Gross y Testas 1992, Anexo 1), en su edición de 1992, propone como equivalentes chisme, cosa, cacharro, chirimbolo, mengano, y en su edición de 2007 (Ross Mas 2007, Anexo 1), chisme, cosa y fulanito. Y para el catalán, las propuestas del Diccionari francès-català (Castellanos i Llorenç y Castellanos i Llorenç 1979/2003, Anexo 1) son daixonses, dallonses, estri, cosa, tanto en la edición de 1979 como en la de 2003. Es obvio que esta lista de posibles equivalentes no significa que no puedan utilizarse otros elementos léxicos para la traducción de truc.

Mediante el análisis contrastivo, se ha podido constatar que las soluciones traductoras de nuestro corpus son más numerosas y mucho más variadas que las ofrecidas por los diccionarios bilingües consultados, y que no siempre coinciden. Con el propósito de sistematizarlas, hemos establecido una clasificación teniendo en cuenta el grado de vaguedad semántica que aportan y el punto de vista que vehiculan. Por último, examinaremos cuáles son las combinaciones léxicas del TO para cuya traducción se ha recurrido a palabras pertenecientes a una u otra de las categorías semánticas propuestas.

4.1. Clasificación de las categorías semánticas de los textos de llegada

En primer lugar, se han distinguido dos grandes categorías semánticas: la primera comprende las unidades léxicas en español y en catalán con un grado de precisión bajo, similar al del lexema francés, y la segunda categoría, las unidades léxicas de las lenguas de llegada con un grado de precisión más elevado que el del lexema francés. En segundo lugar, y siguiendo la SPV, dentro de cada una de estas categorías iniciales, se han establecido otras subcategorías según la orientación argumentativa o el punto de vista inscrito en las unidades léxicas de llegada (eufóricas, disfóricas o ni eufóricas ni disfóricas).

4.1.1. Unidades léxicas con un grado de precisión semántica bajo

Las palabras de esta categoría son sustantivos y pronombres anafóricos que se caracterizan por expresar un grado de precisión semántica bajo, muy similar al de truc, y por ello contribuyen a simular también el uso de una modalidad lingüística oral e informal. En cuanto a su orientación argumentativa, son aparentemente neutras pues con ellas el locutor se presenta como no queriendo emitir una valoración favorable ni desfavorable de lo que está mencionando; por lo tanto, pertenecen a la categoría de las palabras denominadas ni eufóricas ni disfóricas (niEniD).

En español, forman parte de esta categoría cosa, algo, lo, eso, esto, no sé qué, siendo las dos primeras las más frecuentes en nuestro corpus (de un total de 96 ocurrencias de truc, 68 se han traducido por cosa o algo y 6 por lo, eso, esto y no sé qué), y en catalán, cosa, això, el, no sé què, daixonses, dallonses, predominando claramente la primera (de las 96 ocurrencias de truc, 65 se han traducido por cosa, 2 por daixonses/dallonses y 5 por això, el, no sé què). Según sus respectivas definiciones lexicográficas, están muy cerca de la unidad truc, tanto desde el punto de vista de la vaguedad semántica como de la neutralidad argumentativa aparente (Cuadro 2).

Cuadro 2

Definiciones de cosa, algo en español y cosa en catalán

Definiciones de cosa, algo en español y cosa en catalán

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Por lo tanto, cuando se escoge alguna de estas unidades léxicas, la construcción del sentido en el texto meta (TM) es muy similar a la del texto de origen (TO); todas ellas vehiculan simultáneamente los tres valores básicos de truc (oralidad, vaguedad y neutralidad aparente):

Los pronombres anafóricos lo, eso, esto y la expresión no sé qué pueden considerarse sinónimos parciales de cosa y algo; y lo mismo sucede en catalán, con los elementos lingüísticos el, això, no sé què, daixonses y dallonses. Si nos atenemos de nuevo a las definiciones lexicográficas, las dos últimas unidades, daixonses y dallonses, son muy próximas semántica y argumentativamente a la unidad truc en la medida en que son marcadores importantes de oralidad y expresan un grado de imprecisión tan elevado que pueden designar no sólo objetos sino también personas[4]:

Cuadro 3

Definiciones de daixonses y dallonses en catalán

Definiciones de daixonses y dallonses en catalán

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En consecuencia, con estas unidades léxicas que expresan valores de oralidad, vaguedad y neutralidad aparente, el sentido del texto traducido es también muy parecido al del TO:

Otras palabras halladas también en el corpus que formarían parte de esta categoría son aparato, sitio, tal en español y aparell, lloc, paio en catalán, aunque no pueden aplicarse a cualquier referente según indican sus correspondientes definiciones lexicográficas (Diccionario CLAVE: Diccionario del uso del español actual 2012; Gran Diccionari de la Llengua Catalana 1998). Su grado de imprecisión es, pues, algo inferior al de las anteriores, sobre todo en el caso de sitio y lloc que sólo se aplican cuando el referente es un lugar y paio cuando se trata de una persona.

Por otro lado, cabe distinguir un subgrupo de unidades en español que, a pesar de considerarse también palabras con contornos semánticos vagos, tienden a desplegar un ligero matiz de negatividad: cacharro, chisme, chirimbolo, trasto (no se ha encontrado ninguna unidad léxica en catalán con las mismas características). Estas soluciones traductoras que coinciden con las consignadas en los diccionarios bilingües curiosamente son menos frecuentes en nuestro corpus (5 en total de las 96 ocurrencias). Veamos un ejemplo:

Es cierto que en cada una de las entradas lexicográficas consultadas estas palabras aparecen definidas mediante elementos disfóricos. Así, en el caso de cacharro se recurre a deteriorado y mal; para chirimbolo hallamos extraña y complicada; para chisme tenemos poco valor, inútil y estorbo; y trasto se define mediante unidades como inútil y estorbar. Sin embargo, dichas fuentes destacan también el valor de imprecisión de estas unidades léxicas y su pertenencia a un registro coloquial (véase más abajo):

Cuadro 4

Definiciones de cacharro, chirimbolo, chisme, y trasto en español

Definiciones de cacharro, chirimbolo, chisme, y trasto en español

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En general, pues, mediante el uso de las unidades de esta primera categoría, la construcción del sentido en el TM es muy similar a la del TO, puesto que todas ellas, al igual que truc, pueden considerarse palabras comodín y con ellas el locutor se presenta como incapaz de nombrar el objeto o bien con voluntad de no nombrarlo; además, contribuyen a simular una lengua familiar y oral.

4.1.2. Unidades léxicas con un grado de precisión semántica medio o elevado

Las unidades de esta segunda categoría expresan un grado de precisión semántica más elevado y, por ende, distinto al de truc. Esta mayor precisión puede venir proporcionada formalmente por una sola unidad léxica mucho más concreta, por ejemplo, en español, música y en catalán, senyal; o bien por dos unidades léxicas, una imprecisa y otra más concreta, por ejemplo, en español, el segmento algo bueno[5] o, en catalán, una cosa important.

En todos estos casos, las formulaciones escogidas por el traductor muestran un acto interpretativo más elaborado, e imponen una orientación argumentativa y un punto de vista más concretos. Se trata de una de las tendencias traductoras o «figuras de traducción» (Chevalier y Delport 1995: 50) más comunes, denominada por algunos autores «particularización» (Hurtado Albir 2001/2008: 271). El recurso a esta técnica deja entrever un claro deseo por parte del traductor de precisar los elementos originales de carácter genérico y podrá ser idónea o no en función de diversos factores como, por ejemplo, su situación en el texto, el contexto, el método elegido, etc. En los textos analizados parece poco adecuada teniendo en cuenta que comporta, por un lado, un cambio de conceptualización del referente y, por otro, la pérdida de iteración y de «palabras omnibus» (López Serena 2007), características de la lengua coloquial, que es la que se pretende simular en estas obras literarias.

Dentro de esta categoría, se han distinguido dos subgrupos: el primero comprende unidades léxicas mediante las cuales se mantiene la aparente neutralidad argumentativa del lexema original; y el segundo engloba unidades disfóricas, mediante las cuales se añade más negatividad que en el TO.

4.1.2.1. Unidades léxicas mediante las cuales se mantiene la aparente neutralidad argumentativa del lexema original

Unidades léxicas más precisas que truc y portadoras de un punto de vista aparentemente neutro: por ejemplo, en español, programa, música, truco y en catalán, frase, senyal, ganyota, xou, cas, història o detall. Podrían considerarse equivalentes contextuales porque la situación enunciativa permite identificar truc a estos conceptos más concretos, pero se pierde la instrucción básica de imprecisión semántica de la unidad léxica francesa, que no se compensa con ningún otro elemento lingüístico de valor similar en la secuencia traducida. Las siguientes definiciones lexicográficas muestran cómo estos lexemas aportan mayor precisión y a la vez más propiedad léxica, lo cual podría redundar en una atenuación de la oralidad del TO, si no se restablece en otros lugares del texto:

Cuadro 5

Definiciones de programa, música, truco en español y frase, senyal, ganyota, xou, cas, detall en catalán

Definiciones de programa, música, truco en español y frase, senyal, ganyota, xou, cas, detall en catalán

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Con el uso de estos lexemas, el traductor completa una parte del vacío conceptual que había dejado el locutor del TO, interfiriendo de algún modo en el proceso interpretativo del nuevo lector ya que este podrá prescindir del «esfuerzo» exigido al lector francés. La mayoría de estas palabras no son eufóricas ni disfóricas; se sitúan en una línea de aparente neutralidad argumentativa. Para interpretar su orientación, debe recurrirse a la naturaleza de los puntos de vista aportados por otras entidades del texto. En este sentido, la intervención del traductor no comporta una desviación evaluativa con respecto al TO, pero imprime un movimiento de particularización en el nuevo texto, lo cual no deja de ser también un cambio de punto de vista que afecta la construcción del sentido global. Esto es lo que sucede por ejemplo en (13a), a diferencia de (13b), donde se mantiene la imprecisión de la unidad original:

4.1.2.2. Unidades léxicas disfóricas, mediante las cuales se añade más negatividad que en el TO

Unidades léxicas que no mantienen el punto de vista aparentemente neutro de truc, porque lo sustituyen por una apreciación desfavorable. Son expresiones disfóricas porque imprimen un punto de vista negativo en cualquier situación: idiotez, pócima, bulto (en la garganta) en español y marranada, pallassada, nus (a la gola) en catalán. Aparecen definidas en los siguientes términos:

Cuadro 6

Definiciones de idiotez, pócima, bulto en español y marranada, porcada, nus, pallassada, pallasso en catalán

Definiciones de idiotez, pócima, bulto en español y marranada, porcada, nus, pallassada, pallasso en catalán

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Según estas definiciones, la palabra idiotez ha solidificado un punto de vista negativo de gran intensidad, pues se asocia a una evidente carencia de inteligencia, y el sustantivo pócima, pese a significar medicamento, ha adquirido en el registro coloquial connotaciones negativas, ya que se aplica a una bebida desagradable; lo mismo sucede en catalán con la unidad marranada, que remite directamente a una idea de vileza y deshonestidad, y con la unidad pallassada, que se identifica a una falta de seriedad oportuna. Las palabras bulto y nus integran un componente de negatividad cuando se utilizan en las expresiones un bulto en la garganta / un nus a la gola (que son las que se utilizan en el corpus) porque sugieren siempre una situación de malestar para el sujeto de la acción. Veamos algunos ejemplos:

En (14) truc va seguido del adjetivo racoleur y en (15), de pendables. Es cierto que ambos complementos delimitan su alcance semántico tiñéndolo de negatividad; sin embargo, la traducción española en (14a) y la traducción catalana en (15a) se han decantado hacia un grado de negatividad aún mayor al traducir truc por un disfórico (se ha pasado de [truc + disfórico] a [disfórico1 + disfórico2]. Al utilizar dos disfóricos (idioteces para camelar a la gente / marranades fastigoses), la construcción del sentido global en los dos segmentos de llegada se aleja ligeramente del TO en términos de intensidad argumentativa.

Por el contrario, en la traducción catalana (14b), truc se ha traducido por una palabra que no es disfórica aunque sí más precisa que la unidad francesa. La palabra xous aporta una imagen de entretenimiento o jocosidad hasta cierto punto ambigua ya que la jocosidad puede ser positiva o negativa según el contexto (véase la definición más arriba). En este ejemplo, como xous va acompañada del disfórico frívols, la secuencia se impregna de negatividad; algo parecido a lo que sucede en el TO ya que truc va seguido de racoleur. Al pasar de [truc + disfórico] a [unidad niEniD + disfórico], se mantiene la valoración negativa de todo el segmento en un grado similar.

Y la traducción española (15b) ha optado por barrabasadas, no para recuperar truc solo sino las dos unidades del TO (truc + disfórico). Las definiciones de barrabasada (Diccionario CLAVE: Diccionario del uso del español actual 2012; Moliner 2007) muestran que se trata también de un elemento disfórico al estar asociado a una instrucción de maldad o necedad. El paso de [truc + disfórico] a [disfórico] no comporta un incremento de negatividad, en consecuencia, la orientación argumentativa del nuevo segmento es también parecida a la de la totalidad de la secuencia original (trucs pendables).

Lo mismo sucede en el siguiente ejemplo. Las soluciones traductoras de carácter disfórico se utilizan para recuperar no solo truc sino truc más su complemento disfórico. Así, un truc à trois balles del pasaje (16) se ha traducido por una chorrada en español y una bestiesa en catalán. Al igual que en (15b), de nuevo, de la fórmula [truc + disfórico] se pasa a [disfórico]. Las expresiones de los textos de llegada, aunque más sintéticas, son también disfóricas y por ello expresan la misma orientación e intensidad argumentativas que el original (sugieren una apreciación desfavorable similar porque están asociadas a la idea de necedad tanto en español como en catalán):

Estas últimas soluciones muestran la posibilidad de mantener la negatividad global del enunciado original (truc + disfórico), sin acentuarla.

En el siguiente ejemplo, (17), truc va seguido de una unidad aparentemente neutra (niEniD) y, aun así, en una de las traducciones se ha optado por una palabra que imprime una conceptualización más negativa del referente: pallassadespallassades de nen»). La traducción española, en cambio, ha mantenido la imprecisión y la neutralidad del TO con el lexema cosascosas de bebé»):

Las palabras de esta segunda categoría semántica reflejan, pues, un punto de vista argumentativamente distinto al de la unidad léxica original ya sea por aportar un mayor grado de precisión semántica o bien por intensificar la negatividad del segmento francés.

4.2. Combinatorias léxicas originales

Ante esta variedad de lexemas en los textos de llegada para recuperar truc, nos preguntamos si la combinatoria léxica del TO ha influido en las respuestas traductoras. Por ello retomaremos las combinatorias léxicas analizadas en el tercer apartado (truc sin complemento; truc con complemento preciso eufórico [E], disfórico [D] o ni eufórico ni disfórico [niEniD]; truc con complemento impreciso niEniD) y observaremos en qué casos se ha recurrido a las unidades léxicas de la primera categoría semántica y en qué casos a las de la segunda (Cuadro 7).

Cuadro 7

Traducción de truc según la combinatoria léxica

Traducción de truc según la combinatoria léxica

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En consecuencia, los casos en que truc se ha recuperado por unidades más precisas o por unidades disfóricas en el corpus se dan cuando truc va solo o seguido de un complemento más preciso ya sea de carácter disfórico o niEniD (aparentemente neutro); nunca cuando truc va seguido de un eufórico o de otra unidad de su misma naturaleza argumentativa (palabra imprecisa niEniD). Hemos visto también que el predominio de las unidades disfóricas frente a las eufóricas en las traducciones a veces se explica por el contexto (negativo) o porque truc va acompañado de elementos disfóricos que probablemente llevan al traductor a decantarse por expresar, en el nuevo texto, el valor argumentativo más fuerte, ya sea el más preciso o el más negativo.

La siguiente tabla permite ofrecer una idea de la diversidad y naturaleza del conjunto de unidades léxicas propuestas en nuestro corpus como equivalentes de truc, distinguiendo las que se utilizan para traducir truc solo y las que recuperan truc más su complemento[6] (Cuadro 8).

Cuadro 8

Unidades utilizadas para traducir truc

Unidades utilizadas para traducir truc

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Y por último, para sintetizar lo expuesto a lo largo del presente trabajo, en la siguiente tabla se recopilan los valores básicos de truc y los valores de las unidades léxicas que se han propuesto como sus equivalentes en el corpus. Las que comportan cambios más significativos con respecto al TO son evidentemente aquellas que no transmiten ni imprecisión semántica ni neutralidad aparente porque, además de ser más concretas, son disfóricas en las lenguas de llegada (idiotez; marranada, etc.).

Cuadro 9

Instrucciones básicas de truc y de las unidades propuestas como sus equivalentes

Instrucciones básicas de truc y de las unidades propuestas como sus equivalentes

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5. Conclusiones

Este trabajo ha permitido reflexionar sobre las instrucciones semánticas básicas que vehicula toda unidad léxica en la lengua y sobre las consecuencias de la intervención del traductor en la construcción del nuevo texto. En todo sistema lingüístico existen palabras eufóricas, disfóricas y niEniD (o aparentemente neutras), según la naturaleza del punto de vista que vehiculan con independencia de la situación enunciativa. La palabra truc forma parte de este tercer grupo porque, a su instrucción básica de imprecisión, se asocia siempre un punto de vista que no es ni positivo ni negativo; es decir, el locutor al utilizar truc se presenta como no valorando el referente y deja en el texto una especie de vacío conceptual que deberá completarse con otras entidades contextuales.

Huelga decir que las traducciones de un texto deberían tener siempre muy en cuenta los puntos de vista cristalizados en el léxico de cada lengua. No obstante, las soluciones traductoras del corpus han puesto de manifiesto que no siempre se opta por recuperar de forma íntegra, o en el mismo grado, los valores básicos de vaguedad semántica y aparente neutralidad de truc; el traductor, al recurrir a determinadas palabras, sustituye el vacío inicial por conceptos ora más precisos ora portadores de una apreciación más desfavorable (disfóricos). Así, la elección de diversas categorías de unidades léxicas son reveladoras de la interpretación subjetiva del traductor, y sus consecuencias en el nuevo texto deben entenderse no en términos de adición, supresión o cambio de información sino en términos de desviaciones instruccionales de carácter gradual, valorativo y de conceptualización.

Si bien hemos comprobado que truc no es una unidad eufórica ni disfórica, también es cierto que, tras observar que los contextos y las combinaciones léxicas en que aparece son predominantemente negativos, nos preguntamos si truc no estará gestando en su núcleo instruccional un inicio de negatividad. Otros indicios apuntarían a una respuesta afirmativa: por un lado, cuando truc se recupera por unidades léxicas con un matiz negativo muy débil como trasto, chisme, cacharro o chirimbolo, la construcción del sentido es similar al del original (de hecho, son algunos de los equivalentes propuestos por los diccionarios bilingües consultados); y, por otro lado, para que truc se interprete como algo positivo, parece ser que debe ir acompañado siempre de una palabra eufórica, mientras que si se encuentra solo en enunciados del tipo «qu’est-ce que c’est ce truc?» se conceptualiza como algo negativo. De todos modos, esta hipótesis requiere la realización de un estudio posterior, para el cual sería conveniente elaborar herramientas metodológicas de tipo experimental que contribuyeran a una descripción más exhaustiva de las instrucciones semánticas contenidas en los lexemas de las lenguas. Este es uno de los retos en los que trabaja actualmente la Semántica de los Puntos de Vista y en el que pretendemos colaborar en un futuro inmediato.