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Rovira-Esteva, Sara y Casas-Tost, Helena, eds. (2015): Guía de estilo para el uso de palabras de origen chino. Barcelona: Adeli, 135 p.[Notice]

  • Maialen Marin-Lacarta

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  • Maialen Marin-Lacarta
    Hong Kong Baptist University, Hong Kong

A pesar del creciente interés por China, sigue siendo común leer noticias plagadas de incoherencias como usar el nombre de pila para referirse a alguien («el presidente Jinping»), y transcripciones erróneas añadiendo una g a final de palabra «ying y yang» (en lugar de «yin y yang») o una u tras la q como en «Quinghai», por mencionar algunos ejemplos. Los manuales de estilo y diccionarios normativos ofrecen poca información al respecto, de ahí que la publicación de este libro tenga un valor irrefutable. Para la elaboración de la guía, las autoras han consultado el Diccionario de la lengua española y el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia, las directrices de la Fundéu y los manuales de estilo de la Agencia EFE, ABC, El Confidencial, El Mundo, El País, El Periódico y La Vanguardia. La información incluida en estas fuentes es insuficiente y, como indican las autoras, a veces incluso errónea y contradictoria. En este sentido, La guía de estilo para el uso de palabras de origen chino es una fuente de consulta indispensable que suple un vacío importante y va dirigida a un amplio abanico de profesionales: no sólo a periodistas y escritores, sino también a traductores, intérpretes, profesionales del turismo, abogados o incluso empresas e instituciones que trabajan con China. La guía ha sido elaborada por cinco especialistas que forman parte del grupo de investigación Traducción del chino al catalán y al castellano (TXICC) de la Universidad Autónoma de Barcelona: Helena Casas-Tost, Sílvia Fustegueres i Rosich, Xianghong Qu, Sara Rovira-Esteva y Mireia Vargas-Urpi. Tienen el acierto de indicar quién ha redactado cada uno de los capítulos, algo inusual en este tipo de obras. La edición es cuidada y apenas se detectan erratas, como es de esperar en una obra de este tipo, excepto algunas interferencias del catalán como «acceptable» (p. 54) y «a la bibliografía» (p. 89), y algún error tipográfico («orthgraphy», p. 134). Es probable que las interferencias se deban a que la versión catalana, titulada Guia d’estil per al tractament de mots xinesos en català, se escribió simultáneamente. También hay algún despiste como la falta de negritas en la p. 30, cuando dice: «En negrita en el ejemplo siguiente». Los contenidos de la guía reflejan la pluralidad de lectores potenciales, ya que van desde datos generales sobre el chino hasta normas específicas sobre la ortografía del pinyin que en la mayoría de los casos sólo serán útiles para aquellos lectores que sepan chino o incluso de lingüística china. Por ejemplo, la norma 4.3. dice: «En las palabras que siguen el patrón morfológico ABB o AABB suele mantenerse el tono original de BB, es decir, no se marca el cambio de tono. En aquellas palabras cuya estructura BB siempre se lee con un cambio de tono, debemos marcar el cambio al transcribirlas» (p. 31). En este sentido, quizá una versión aún más sencilla de las normas de transcripción del pinyin se ajustaría mejor a los lectores de la guía, ya que se indica que «está pensada para cualquier usuario que necesite hacer referencia o emplear palabras chinas en español» (p. 9). Hay un total de doce capítulos: los cinco primeros incluyen información general sobre la lengua, la escritura, la transcripción, la pronunciación y las maneras de incorporar referentes chinos en español, mientras que los siete capítulos restantes están ordenados de forma temática y abordan cuestiones como los antropónimos, topónimos, gentilicios, instituciones político-administrativas, fiestas, unidades, abreviaturas, siglas, acrónimos y cuestiones ortotipográficas. En definitiva, la guía revisa las casuísticas en las que el uso de palabras de origen chino puede ser …

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